Para prepararte para la Primera Comunión, debes seguir ciertos pasos:
1er. Paso: Saber a quien voy a recibir en la comunión y deseo
de recibirlo con alegría y devoción.
En la Hostia consagrada está realmente presente Jesús, vivo y
resucitado, con su cuerpo, alma y divinidad.
Él quiso quedarse escondido bajo la “apariencia” del pan y el
vino para ser nuestro alimento; Nos llena de alegría y
esperanza nuestro corazón.
2do. Paso: Tener limpio nuestro corazón, es decir, en Gracia.
Cuando vamos a comulgar debemos reflexionar cómo está
nuestro corazón para saber si es un lugar digno y adecuado
para recibir a Jesús Eucaristía.
Por eso es conveniente que nos preguntemos: ¿he cometido
algún pecado grave del que no me he arrepentido ni he
confesado al sacerdote?
Puedo comulgar… si me he confesado recientemente y no he
cometido pecado grave, puedo acercarme a comulgar
pidiendo perdón a Dios por los pecados y faltas que he
cometido en este tiempo, esforzándome por no volver a pecar
y rezando el “acto de contrición”. Procuro vivir en Gracia y
tener limpio mi corazón. No debo comulgar si… he cometido algún pecado grave (algo
malo que desagrada a Dios y que, sabiendo que era malo, lo
hice de todos modos). Si hace mucho que no me confieso y reconozco que he
ofendido a Dios y a mis hermanos.
3er. Paso: No haber tomado alimentos sólidos o líquidos por
lo menos una hora antes de comulgar.
EL AYUNO EUCARÍSTICO: es un tiempo (una hora) en el que
nos privamos de alimentos sólidos o líquidos para disponer
nuestro cuerpo y recibir a Jesús Eucaristía.
4to. Paso: Comulgar con respeto y devoción.
Debemos tratar de no distraernos mientras nos acercamos a
comulgar y no debemos perder de vista a quien vamos a
recibir porque es un invitado muy importante para nosotros:
– Procura no ir mirando a todos
lados
– Trata de no saludar a las personas
que encuentres, (familiares,
amigos), ellos comprenderán
que no es momento para
saludos y respetarán tu silencio.
-Ayuda mucho participar en los cantos si te fijas bien lo que dice la letra.
Pues nos ayuda a disponernos.
Cuando llegues frente al sacerdote él levantará la Hostia
consagrada y te dirá: “El Cuerpo de Cristo” tú debes
responder: “Amén” con voz clara y fuerte y después abrir
la boca y sacar un poco la lengua para recibir la Hostia
consagrada.
Algunas personas juntan las manos sobre el pecho como
un signo de devoción y amor para recibir a Jesús en el
corazón.
En algunos lugares se acostumbra recibir la comunión en la
mano. En este caso se coloca la mano derecha abajo y la
mano izquierda arriba, se recibe la Hostia Consagrada y con
mucho respeto se lleva a la boca, cuidando de que no
quede ninguna partícula en la mano.
5to. Paso: Agradecer a Jesús Eucaristía su presencia en mi
corazón.
Una vez que has comulgado vuelve a tu lugar con devoción y
recogimiento. Piensa que Jesús mismo está dentro de ti y que
es el huésped más importante del mundo.
Al llegar a tu lugar toma una posición cómoda que te permita
concentrarte para orar; piensa quién está dentro de ti. No hay
nada más real en el mundo en este momento que la presencia
de Jesús, el Hijo de Dios, en tu corazón.